NOMBRE: Christina Orientdance
PROFESIÓN: Educación
AÑOS DE TRAYECTORIA: desde 1999 aproximadamente.
PREGUNTAS:
1. ¿Qué te atrajo de la danza oriental? / ¿Cómo fueron tus inicios?
Mis inicios en la Danza Oriental se germinaron en la Universidad de Valencia, casi por casualidad ya que en aquella época no eran habituales las clases de Danza Oriental. En esa época de estudiante frecuentaba bastante la cafetería de la Facultad de Psicología y allí entre mis compañeros habituales de charlas, debates y buenos ratos estaba la que fue mi primera profesora Naima Naim (claro está que yo no la conocía por ese nombre), ella daba clases de yoga, taichi y también de Danza Oriental (mi única referencia de esta danza podía provenir de las películas y de una forma muy superficial) así que me resultó muy interesante la posibilidad de aprender Danza Oriental ya que para mi era algo muy novedoso, exótico y de alguna manera siempre me había sentido atraída por las culturas orientales y a través de Naima Naim tenía la posibilidad de aprenderla y así fueron mis inicios. Fui a clase una temporada menos de un año, después por cuestiones personales estuve un par de años sin practicarla pero éste fue el tiempo suficiente para que esta danza se empezara a expandir y hubiese más posibilidades de encontrar lugares que ofrecieran clases y así fue como la volví a retomar hasta la actualidad.
Quien me iba a decir que lo que surgió de una forma más bien casual, me cautivó y me embarcó en una aventura que aún sigo disfrutando.
2. ¿Qué te aporta o te ha aportado?
Estoy segura de que me ha aportado muchas más cosas de las que voy a nombrar porque a lo largo de estos años han sido muchas experiencias vividas. En un principio lo que me aportó sobretodo fue un conocimiento de mi cuerpo y sus posibilidades, ya que yo no había hecho ningún tipo de trabajo corporal y de repente tenía que mover partes de mi cuerpo que no sabía que se pudiesen mover, coordinación, atención, memoria y todo ello fue un descubrimiento. También me acercó más al mundo femenino, jajaja y es que en mi círculo de amistades siempre me había relacionado más con hombres que con mujeres y a través de esta danza he forjado grandes relaciones con mujeres que más que compañeras considero grandes amigas. Me ha dado también la posibilidad de vencer miedos, porque me considero una persona muy tímida y salir a un escenario, bailar en un restaurante o mostrarme a un público era algo que ni siquiera me había planteado. También me ha dado la oportunidad de viajar y conocer contextos que de otra forma nunca hubiese conocido como por ejemplo estar en un teatro y conocer un poco lo que hay detrás de un espectáculo lo que pasa entre bambalinas. Y claro como no, me aportado conocimiento de la cultura de determinados países orientales, costumbres, historia, gastronomía… En fin, cuando profundizas en algo hay mucho que aprender y por supuesto sigo aprendiendo.
3. ¿Qué momento recuerdas con especial cariño?
No hay un único momento especial, han sido muchos. Sin embargo ahora mismo me vienen a la memoria dos momentos muy especiales. El primero de ellos es la primera vez que me presenté a un concurso, fue en la Sala Canal y nos presentábamos tres compañeras de clase, nuestra profesora nos motivo mucho para que nos presentáramos. Recuerdo cuando salió la tercera compañera, evidentemente muerta de miedo, desde un lateral del escenario ahí estábamos las otras dos que ya habíamos pasado el trance (era la primera vez que salíamos solas a un escenario) sumamente emocionadas, animándola. Recuerdo esas sensaciones, esa complicidad fue toda una experiencia.
El segundo momento que recuerdo con especial cariño fue durante el espectáculo de Sara Guirado “Historias del Harem” representado en La Rambleta y es que creo que por primera vez, en la coreografía del “Espejo” conecté totalmente con lo que trataba de bailar y representar como si bailase solamente para mí y conecté totalmente con la emoción que tenía que expresar, fue un momento muy mágico.
4. Todo bailarín en algún momento tiene que lidiar con la desmotivación, ¿qué le dirías a alguien que atraviesa ese periodo?
Uy…no sé yo, si soy buena consejera!!! Cada persona vive la danza de una manera, como un hobbie, de forma profesional… tantas maneras como personas, por lo tanto no puedo generalizar mi respuesta. Aunque…hace poco hablaba de esto con una compañera que quizá se sentía un poco así y creo que en todo hay matices. Es normal pasar por periodos de desmotivación e incluso cerrar etapas. Creo que es importante escucharte de una forma interna y buscar sin juzgar cual es el motivo de esa desmotivación y no vivirla como algo negativo sino como una circunstancia que te esta diciendo para y revisa lo que quieres o cómo lo quieres.
5. En qué punto crees que está la danza oriental, a nivel profesional, a nivel social, a nivel cultural, etc.
Creo que en líneas generales a nivel social es bastante desconocida, o mal conocida. Estoy prácticamente segura que preguntas a personas ajenas a la práctica o al estudio de esta danza y las referencias que pueden tener son a través del cine y a través de Shakira, gracias a esta última hubo un boom y auge de la enseñanza de esta danza, dado que la hizo muy visible.
A nivel cultural en nuestro contexto no está muy reconocida, los espectáculos de danza del vientre son consumidos por un público que la practica o es familiar o amigo de alguien que practica esta danza.
Pero a pesar de ello ha habido una gran evolución, como he dicho antes en mis inicios era muy difícil encontrar un lugar donde te ofreciesen la posibilidad de aprender, conseguir música, (mi primera música iba en formato de cinta y ni siquiera era original), comprar un pañuelo de monedas, imposible!! A día de hoy es fácil encontrar academias donde puedas aprender esta danza, conseguir videos, ropa, hacer talleres, acudir a festivales. Y creo que a nivel profesional ha habido una grandísima evolución, investigación, por decirlo de alguna manera se ha academizado y se ha profundizado en los distintos registros y hay más información y si quieres puedes acceder a ella.
6. ¿Por qué crees que cada vez asiste menos gente a los espectáculos de danza?
Porque como antes he mencionado respecto a esta danza oriental hubo un boom y ahora aunque creo que está más profesionalizada no está tan de moda. Además este tipo de espectáculo tiene un público muy específico y la unión de estos factores hace que a los espectáculos de danza asista menos gente.
7. Tú has bailado sola y en grupo ¿Qué te gusta más? ¿Podrías definir pros y contras?
Me gusta más bailar en grupo, porque en una actuación ves un resultado, pero detrás de ese resultado hay todo un proceso y me gusta vivirlo en compañía, compartir momentos de ensayo, risas, toma de decisiones, aprendes de tus compañeras y ellas de ti, la complicidad en el escenario... Evidentemente para bailar en grupo debes llevarte bien con tus compañeras sino es inviable, las dificultades de bailar en grupo son varias, coincidir en horarios, porque son necesarias horas de ensayo juntas, ante una equivocación en el escenario se suele ver más, intentar unificar estilos, no hay que tener una visión individual sino de grupo y saber trabajar en equipo.
Bailar sola te permite una mayor libertad a la hora de planificarte los ensayos, te permite un mayor rango de improvisación en el escenario, pero como he dicho antes me gusta disfrutar de la danza en compañía.
8. Eres una bailarina que ha tocado muchos registros y elementos ¿Con qué estilo/registro es con el que te sientes más cómoda?
No sabría decirlo, de hecho a priori me gusta el baladi aunque no es un registro que haya explotado mucho. Y en cuanto a estilo, estoy un poco centrada en la búsqueda de mi propio estilo porque de alguna manera creo que con tanta academización de esta danza llega un momento en que veo bailarinas y podría decir quien es su profesora o de que escuela proviene y evidentemente eso está bien pero creo que cada una tiene algo propio que aportar y probablemente yo estoy en la búsqueda de mi personal aportación.
Y bueno es evidente que me gusta mucho el uso de elementos en mi danza especialmente sable y abanicos.
9. ¿Cuál es tu mayor virtud y tu mayor defecto?
Mi mayor virtud seguramente es la constancia y mi mayor defecto es el perfeccionismo, el perfeccionismo puede ser bueno porque te hace avanzar y esforzarte, pero demasiada dosis de perfeccionismo te lleva a la insatisfacción e incluso a la frustración. Ahora bien, en los últimos tiempos es algo en lo que a nivel personal me estoy trabajando porque al fin de al cabo yo no me dedico a la danza de una manera profesional así que lo que quiero es disfrutar de ella, siempre desde el respeto y una cierta calidad.
10. ¿Cómo te afectan los nervios antes de una actuación?
En las últimas actuaciones que he realizado la verdad es que me han afectado de una manera positiva, es decir me han proporcionado esa chispa que te permite disfrutar y estar al mismo tiempo atenta a la realización de un buen trabajo. Ahora bien en muchas ocasiones estos nervios me han ocasionado verdadero pánico y se pasa realmente mal, al principio me afectaba mucho el contexto donde tenía que bailar y…evitaba anunciar mis actuaciones a mi gente, amigos, familia…lo vivía con gran responsabilidad. Aunque he de decir que el contexto me sigue afectando, el escenario me impone porque el feedback con el público no es tan directo, los focos…no sé disfruto más en tetería, restaurante, pasacalles, ferias medievales donde el contacto con la gente es más cercano.
11. ¿Qué ha sido lo más difícil para ti en tu trayectoria? ¿Y lo más fácil?
No puedo hablar de dificultades porque en líneas generales me ha venido todo rodado, he tenido la suerte de coincidir mayoritariamente con grandes profesionales y personas que han sido y siguen siendo mis maestras. Hubo una temporada que me dediqué a dar clase y también me surgió prácticamente sin buscarlo y es una experiencia que me gusta mucho, porque me gusta enseñar lo que sé y me siento muy cómoda.
He tenido la suerte de participar en espectáculos muy bonitos y además como digo estoy rodeada de grandes compañeras y profesionales y esto último puede ser difícil en este mundillo por lo que me siento muy afortunada.
12. Qué podemos aportar nosotras (amantes/practicantes/consumidoras) a la danza oriental? O, ¿qué responsabilidad para con la danza consideras que tenemos?
La mayor aportación o responsabilidad con esta danza pienso que se tiene desde el rol de profesor y no sólo siendo responsable en cuanto a los contenidos que pretendes enseñar, sino sobretodo desde los valores a compartir. He oído mucho decir que esta danza es buena para la autoestima (esta danza y muchas disciplinas) pero hay que tener precaución ya que una cosa es cuidar la autoestima y otra cosa es alimentar el ego. Creo que si te dedicas a enseñar hay que ser honesto y responsable.
13. Tú has realizado la Formación en Actitud Escénica con nosotras ¿Qué te ha aportado?
Esta formación para mi de alguna manera ha sido un antes y un después. Porque me considero una persona que le doy mucha importancia a la técnica (y sigo dándosela) pero al mismo tiempo he descuidado mucho en mi danza la emoción y la expresión de esa emoción y claro está que hay personas más expresivas que otras, pero esa expresión de la emoción se trabaja también y tras esta formación a la hora de crear una coreografía pienso mucho en esto último para intentar incluirlo en mi danza.
14. Y por último ¿Cómo está siendo tu experiencia en Lainhaya?
Para mi Lainhaya es un espacio en el cuál de manera natural puedo compartir mis intereses, curiosidades y dudas al mismo tiempo que me abre las puertas hacia formación, talleres y cursos que actualmente cubren mis necesidades. Formado por un grupo de personas con una forma de sentir la danza que hacen que se cree un ambiente inmejorable.